Álvaro García Linera analiza el proceso boliviano y distingue y caracteriza una serie de fases o etapas. Su exposición resulta interesante y potente para pensar el proceso emancipatorio nuestroamericano, así como las similitudes y diferencias que adquiere su manifestación concreta en cada uno de los países hermanos.

 

Promediando la intervención y llegando a la última de las fases analizadas, García Linera identifica y describe algunas contradicciones que surgen al interior del proceso de transición. Es importante destacar que las ubica como “contradicciones secundarias”; lo cual no les resta importancia, pero sí las enmarca. La contradicciónfundamental es con el imperialismo y las contradicciones principales son la industrialización, terminar con el neoliberalismo y derrotar a la derecha, etc.

 

Estas contradicciones internas del movimiento popular son, por tanto, secundarias; surgen al interior del bloque social y político que lleva adelante el proceso revolucionario. No tienen solución, “hay que vivirlas”, “cabalgarlas”, nos dice Linera. Por eso mismo las denomina tensiones creativas. En esta fase surgen los aspectos propios de cada proceso de transformación.

 

Identifica cuatro tensiones creativas: tensiones entre el Estado como monopolio de la fuerza y la sociedad como la democratización del poder; tensiones entre apego al núcleo duro político-ideológico y la flexibilidad necesaria para irradiarse a otros sectores; tensiones entre los intereses comunes y universales y los intereses locales o particulares; tensiones entre la industrialización y la preservación del medio ambiente.